A las 6 de la mañana el viernes 10 de junio salimos del aeropuerto de Madrid en un vuelo de Ryanair hacia Tenerife Sur donde llegamos sobre las 8:30, allí procedimos a recoger los dos coches que alquilamos, y después de cargar todas las mochilas nos dirigimos hacia nuestro punto de partida para iniciar nuestra ascensión al Teide.
Llegamos a nuestro punto de partida, un pequeño aparcamiento de apenas 15 plazas situado en la base de Montaña Blanca a 2.350 mts. Tras cambiarnos y ordenar un poco las mochilas para iniciar la primera etapa del recorrido por una pista ancha, de fácil caminar, pudiendo disfrutar a lo largo de todo el camino, de espectaculares vistas del Circo de Las Cañadas, del Malpais y las colas de lava volcánica que a lo largo del los siglos dejaron formas bellas y caprichosas destacando por su volumen la zona de los Grandes Bloques de Obsidiana.
Tras unas horas con pequeñas paradas para ir disfrutando y fotografiando este precioso paisaje, aunque también con calor, llegamos a la zona conocida como Lomo Tieso y donde unos metros más adelante da comienzo un sendero serpenteante y más estrecho e inclinado pero bien señalizado que sube hasta el Refugio de Altavista a 3.270 mts.
 |
| La sombra del Teide |
Al llegar al refugio e hidratarnos y comer algo, procedimos a cambiarnos la ropa ya que empezaba a bajar la temperatura. Después de distribuir la habitación donde íbamos a dormir, Miguel y yo nos acercamos hacia el sendero que al día siguiente tendríamos que recorrer para intentar localizar la desviación que va hacia la cueva de hielo pero la noche se estaba echando encima y decidimos disfrutar las vistas espectaculares del atardecer desde una posición privilegiada donde pudimos observar la sombra del Teide en un precioso mar de nubes. Bajamos al refugio para cenar con los compañeros y acostarnos pronto, ya que acordamos que saldríamos de madrugada para poder ver el amanecer y hacer cima temprano.
El sábado nos levantamos sobre las 6:00 de la mañana y después de desayunar y ordenar la mochila iniciamos la segunda etapa de la ascensión.
 |
| En el refugio AltaVista |
A unos metros más arriba, por el margen izquierdo del refugio, continuamos el sendero que dejamos el día anterior, donde poco a poco el el sol iba tímidamente dejándose ver con ese color anaranjado, siguiendo el sendero llegamos a la zona de los miradores denominada La Rambleta a 3.550 mts, uno de ellos orientado hacia Pico Viejo, y el otro hacia el risco de La Fortaleza.
La Rambleta es el lugar donde finaliza el telecabina donde los turistas llegan, algunos algo mareados por la altura pero con ganas de fotografiar la belleza que les rodea siempre bajo la mirada atenta de los guardas del parque.
 |
| Amanecer en el Teide |
Desde la Rambleta seguimos una senda construida con grandes losas de piedra que llega hasta el mismo cráter. Según vamos ascendiendo un olor muy característico nos va alertando sobre la presencia de emanaciones sulfurosas. Poco a poco vamos bordeando el filo del cráter para finalmente alcanzar el punto más alto, donde hace años existía una gran cruz de hierro (3.718 mts.). Ya en la cima nos dio tiempo a hidratarnos, comer algo y disfrutar del maravilloso paisaje que se divisa desde el punto más alto de España.
La bajada la realizamos por el mismo camino de subida, parando para descansar un ratito en el refugio Altavista y asi despedirnos de este espectáculo natural, desde el refugio hasta el parking donde teníamos los coches, un sendero polvoriento donde el calor no daba tregua fue algo sufrido ya que había compañeros bastante cansados a consecuencia del calor.
Al llegar a los coches nos dirigimos hacia el Parador Nacional donde tomamos un refrigerio y nos felicitamos por la ascensión viendo desde la terraza el Teide y pesando que hace poco estábamos en la cima de este espectacular volcán. Sin tardar mucho nos dirigimos hacia nuestro hotel situado cerca de Los Gigantes, unos espectaculares acantilados donde al dia siguiente tuvimos la suerte de verlos desde un barco y asi terminar un viaje que siempre es bonito, ya que el compartir experiencias con buenos amigos y además realizar una actividad apasionante como es el montañismo y en esta ocasión combinarlo con un pequeño viaje en barco no se hace muy a menudo.
 |
| Otra cima otra sonrisa |
Después de este maravilloso viaje hay que regresar al realidad, nos dirigimos hacia el aeropuerto para embarcar hacia Madrid pero no sin ir comentando por el camino ¿cuál será la próxima?.
Hasta pronto.
Tras una pequeña aproximación hasta la falda del pico iniciamos el ascenso con bastante precaución, ya que el riesgo de caidas de piedras eras bastante latente por la grna afluencia de gente que intentaba la ascensión. Habia zonas en las cuales se concentraba bastante gente para superar los pasos mas complicados. pero tras varias horas de ascensión logramos coronar este impresionante pico, brindandonos la oportunidad de disfrutar desde la cima de unos vistas privilegiadas de las Sierra de Gredos.
