El Pic du Midi d'Ossau (2.884 m), también conocido con el sobrenombre de Jean-Pierre, es, sin lugar a dudas, la reina entre las montañas del Pirineo Occidental. No alcanza los tres mil metros de altitud y, sin embargo, puede hacer gala de ganar en celebridad a la mayoría de las cumbres que superan esta cota en el Pirineo central. El Midi d'Ossau debe su nombre a que se eleva al S., al Mediodía, del valle de Ossau. Su característica silueta es fácilmente distinguible en la distancia.
El Midi d' Ossau (2.884 m) aparece extrañamente solitario, exhibiendo sus oscuros paredones en lo más duro del invierno. Su verticalidad no permite que la nieve se acumule en sus firmes aristas y prodigiosas paredes. Todo ello lo convierte en un verdadero vergel para la escalada en alta montaña. Cuenta, por ello, con numerosos y variados itinerarios, algunos de extrema dificultad. Descubrir la verdadera magnitud del Ossau quedará, por tanto, fuera de los montañeros menos experimentados.
A finales del mes de Julio cuatro miembros de la FEMAD (Juan Antonio, Carlos, Patxi y yo) iniciamos una pequeña aventura a uno de los picos más emblemáticos del Pirineo Occidental dentro del territorio francés. Desde Madrid salimos Juan Antonio, Carlos y yo, para posteriormente encontrarnos con Patxi que venía de Pamplona. Quedamos en un parquin cerca de la frontera para allí llevar un solo coche hasta el parquin de Aneou, en este lugar nos cambiamos de ropa y organizamos las mochilas para iniciar la marcha hacia el refugio de Pombie.
Este lugar de donde empezamos a caminar se encuentra contiguo a la Cabaña de Araille (1.700 m). Aquí tomamos un camino en el lado izquierdo de la carretera. Se cruza el río por un puente y emprendemos la marcha por una amplia pradera, pasando junto a la Cabaña Sénescau (1.812 m). Una senda dibuja claros zig-zags remontando la empinada ladera hasta el Col del Soum de Pombie (2.129 m), donde hace su aparición el descomunal Midi. Luego se desciende suavemente (N.) por el flanco oriental del Pico Peyreget ( 2.483 m ) hasta dar con el Refugio alpino y lago de Pombie (2.031 m).
Llegamos al refugio donde nos estaban esperando para cenar (sopa de tomate, arroz, pastel de carne y de postre una especie de tarta de queso) allí coincidimos con un grupo de franceses de Touluse y estuvimos intercambiando impresiones sobre el lugar y la ascensión que íbamos a realizar, en total éramos en el refugio 10 personas, el refugio de Pombie tiene una capacidad de 55 personas. Después de Cenar y ayudar a recoger un poco la mesa, nos dirigimos hacia las habitaciones donde íbamos a dormir, pusimos las mochilas en nuestro espacio y bajamos a dar un pequeño paseo por los alrededores del refugio para ir observando la evolución del tiempo ya que la preocupación era algo que rondaba por nuestras cabezas, observando que una densa niebla no nos dejaba ver las impresionantes paredes de este pico. Tras preguntar sobre el tiempo al guarda del refugio, nos informo que mañana era un día de cambio de tiempo (a mejor) ya que los días anteriores el tiempo había sido bastante malo, asi que nos dijo que tuviéramos paciencia y que no hacía falta madrugar ya que teníamos que dejar que el sol fuera secando poco a poco la roca.
Después de nuestro paseo, nos fuimos a la cama donde uno de los franceses nos dio un concierto de ronquidos impresionante, tras tener un descanso de ronquidos pudimos quedarnos dormidos. El desayuno fue a las 7h30am y saldríamos hacia las 8h30am, por un camino perfectamente marcado, pasamos por el col de Suzon y en 1h30m llegamos al pie de la primera chimenea 2.345m.
La ascensión tiene tres chimeneas que concentran la dificultad el resto es un camino en el que ocasionalmente hay algún paso en el que utilizar las manos. La niebla y el sol se alternaban y la roca no se secaba del todo, finalmente nos encordamos y nos decidimos a ver como estaba la vía de ascensión.
Nos llevaron a una chimenea de II/III de unos 30m que hicimos asegurando, al coronarla nos encontramos con el camino del Rein de Pombie que andando nos llevo a las dos cumbres del Grand Pic, la segunda exige una pequeña trepada. En el descenso seguimos el camino y nos encontramos con la flecha que marca el Portillon 2657m y que nos indica por donde deberíamos haber subido y por donde bajamos repelando en cuatro rapeles equipados con cadena hasta en comienzo de la primera chimenea, tres horas más estábamos en coche y en Escarrila cenamos recordando esta bella ascensión.
